Sergio Montiel, enólogo de Martino Wines: “La idea es que cada etiqueta pueda transmitir el concepto de la bodega.\”

La bodega que generó el cambio de imagen y logró un crecimiento sostenido, Martino Wines, en Luján de Cuyo, presentó en sociedad el nuevo rediseño de etiquetas, logo y packaging, mostró sus líneas y adelantó lo que se viene en materia de turismo.

Desde la vuelta al mercado interno, hace aproximadamente 4 años, y del feedback que obtuvieron con el público consumidor, Martino Wines apostó a la renovación. Por eso, un par de semanas atrás, convocaron a periodistas mendocinos para mostrar y presentar –asado mediante- los cambios realizados; no en los productos en sí, sino en el rediseño de sus marcas, etiquetas y packaging.

“Hoy estamos presentando a los amigos de la prensa la nueva imagen de la bodega. De Finca Don Martino pasamos a Martino Wines. Hasta hace un poco más de un año, la bodega conservaba su antigua denominación pero decidimos hacer un giro: modificamos diseño de etiquetas, logos, ampliamos la línea, la reordenamos y estamos en un proceso de cambio”, cuenta Sergio Montiel, enólogo de la casa y Fernanda Martino, la diseñadora a cargo e hija de uno de los 4 accionistas propietarios, Hugo Martino.

Fernanda Martino, estuvo a cargo del rediseño de las etiquetas y del nuevo concepto de Martino Wines.

El dato más interesante de esta charla con Caminos del Vino, en un cálido entorno de invierno mendocino, es que desde que comenzaron a generar este cambio, la bodega crece a paso continuado.

“Este nuevo rediseño de marca  creo que expresa bien lo que estamos haciendo con los vinos actualmente. Conlleva un perfil mucho más divertido, que busca, que trata de innovar, que es inquieto y que transmite bien la esencia de la uva; tanto en la línea varietal, como en las líneas superiores, que transmiten más elegancias”, agrega Fernanda, quien radica en Buenos Aires y viaja a Mendoza permanentemente porque encontró en la bodega de su papá Hugo una gran pasión. “La idea es que cada etiqueta pueda transmitir el concepto de la bodega”, dice.

Los vinos representan la esencia de la familia Martino. “No queremos ser los mejores, pero sí referentes. Por eso esto de buscar etiquetas y lanzar algo de lo que siempre estemos orgullosos”, agrega y coincide con Montiel.

Es que al parecer, la impronta de la bodega es la de generar productos que a todo el equipo les genere placer y satisfacción propia y que eso mismo se traslade al público. “Nos gusta mucho trabajar sobre varietales poco usuales como el Petit Verdot, Pedro Ximénez, Garnacha y Sangiovese. Nos divierte mucho y somos muy estudiosos de cada uno. No nos casamos con una zona; buscamos, estudiamos y cuando estamos seguros salimos al mercado”, explica el enólogo.

Hoy Martino Wines tiene la finca Viña Violeta de un poco más de 7 hectáreas en Agrelo, casi todas plantadas. De ese viñedo antiguo extraen el malbec para la línea de varietales, y con 60 hileras súper bien seleccionadas y trabajadas diferencialmente, toman el malbec para Martino Superiore. Además, tienen 47 hectáreas en Barrancas, cuya uva comercializan en gran parte y el resto lo destinan para sus otras líneas: Norcelo y Martino Varietales.

MARTINO WINES cuenta con un equipo enológico dirigido por el winemaker Sergio Montiel y el asesoramiento del prestigioso italiano Attilio Pagli, enólogo y viticultor internacional nacido en Toscana, especialista en variedades autóctonas en su país como Sangiovese y un precursor del Malbec.

En familia, Fernanda junto a su papá Hugo Martino.

Además, existe una línea ícono -que aún no se comercializa en mercado interno- que se llama Valdomir. Y por supuesto, dos espumantes: uno de método charmat y otro, champenoise.

“Hacemos pequeñas producciones iniciales para probar resultados. Una vez seguros a lo largo del tiempo, apostamos a ese producto”, cuenta Sergio.

Además de los vinos, otra de las novedades de la bodega en Luján de Cuyo viene de la mano del área de Turismo. A modo de adelanto, la familia Martino comentó que están preparando el lanzamiento del espacio de visitas para recibir a turistas y su restaurante; todo en el mismo predio.

Este malbec es muy equilibrado, con taninos dulces, complejo y elegante, con una excelente relación precio/vino.
Excelente Petit Verdot, con una acidez presente y muy buen volumen en boca.
Scroll to Top