Martín Kaiser: Gualtallary, el carbonato de calcio y el consumidor

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Seguramente uno de los mejores lugares para degustar un vino sea en la finca de donde proviene, con el sol del otoño y el volcán Tupungato pintado de fondo. Y si a esto le sumás un rico asado y una jugosa charla con Martín Kaiser estudioso del “factor terruño” y director de enología y viñedos de Doña Paula, la experiencia enológica es imbatible. En este marco nació esta nota, donde aprendimos de Guatallary, de los vinos de la finca Alluvia y de la sub zona “Albo”. Y la realidad es que hay miles de detalles en cada vino que ofrece el Valle de Uco.

Por Jorge Cabrera

Para poner en contexto, el trabajo de Martín abarca las distintas zonas donde la Bodega Doña Paula tiene sus viñedos, estas son: Ugarteche, Gualtallary, Cordón del Plata y El Cepillo. Sus vinos son elaborados en su totalidad con uvas propias. Esta fue la visión de la empresa cuando desembarcó en Argentina allá por el año 1997.

Finca Alluvia: Este es el viñedo ubicado en Gualtallary, Tupungato, tiene 135 hectáreas y es el de mayor altura, a 1350 metros sobre el nivel del mar.

Finca El Alto: Es el viñedo principal de Doña Paula, ubicado en Ugarteche, Luján de Cuyo. Cuenta con 435 hectáreas plantadas de las cuales 80 hectáreas datan de 1969. Posee suelos profundos y franco-arcillosos con piedras. El clima es templado con días cálidos y noches frescas. Se encuentra a 1050 metros sobre el nivel del mar y el promedio de lluvias es de 280 mm/año. El Malbec de esta región se expresa con taninos redondos y dulces, aromas a ciruela y a hierbas secas.

Finca Alluvia: Este es el viñedo ubicado en Gualtallary, Tupungato, tiene 135 hectáreas y es el de mayor altura, a 1350 metros sobre el nivel del mar. Esta zona es considerada una de las mejores regiones de Argentina para la producción de vinos de alta gama con suelos muy pobres, rocosos y minerales con gran contenido de caliche (carbonato de calcio). El clima es muy fresco con días templados y noches frías. El promedio de lluvias es de 280 mm/año. El Malbec de esta zona es de color intenso, taninos firmes, aromas a frutos negros y buena acidez.

Los Cerezos: Se ubica al pie de la cordillera de los Andes a 1000 metros sobre el nivel del mar, ubicado en Cordón del Plata, Tupungato. Posee 53 hectáreas y suelos franco arenosos y profundos. El clima es templado con días cálidos y noches muy frías. Este terroir es ideal para el cultivo del Sauvignon Blanc que se expresa con buena acidez y fresco, con aromas cítricos a pomelo y herbáceos como ruda.

Finca Los Indios: Este viñedo de 80 hectáreas se plantó en el año 2006, está en el Cepillo, en la parte alta de San Carlos, al pie de la cordillera y posee un suelo muy pobre, franco arenoso y muy calcáreo (con caliche o carbonato de calcio). Se encuentra a 1150 metros sobre el nivel del mar. El clima es muy fresco y el promedio de lluvias es de 300 mm/año. El Malbec de esta zona es de color intenso, taninos firmes, aromas florales como violeta.

Esto 4 viñedos suman unas 703 hectáreas lo que implica que todos nuestros vinos son elaborados con uvas propias (Estate Winery).

¿Qué significó el Selección de Bodega – Malbec 2016?

La cosecha 2016 que fue fría y lluviosa, generó un quiebre en la forma que teníamos de entender lo que era un gran vino para Doña Paula. Veníamos de fines de los ‘90 y la década del 2000, donde se buscaba mucho la concentración, que era asociada a la calidad. Luego en el 2014 y 2015 vimos que los vinos cosechados un poco antes eran mejores y que podían dar grandes vinos.

A esto se le sumó que el Selección de Bodega – Malbec 2016 (100% Gualtallary) tuvo un gran reconocimiento en uno de los concursos más importantes de Inglaterra y nos dimos cuenta de que el vino ganaba en elegancia, aunque perdiera un poquito en potencia o en concentración. Esto nos exponía a una nueva categoría de vinos en la cual no estábamos jugando tanto, al menos en Doña Paula, que incluía vinos más expresivos y que daban prioridad a las sensaciones en boca y de textura. Ese fue el click. Tanto es así que a partir de la cosecha 2016 apostamos a la elegancia incluso a veces dejando de lado un poco la potencia.

Es un vino con un intenso color violeta, complejo en nariz con frutas negras y rojas acompañados de aromas a grafito. De gran estructura en boca con una frescura dada por su acidez, la primera añada de este vino nació en Ugarteche en el año 1999, luego se sumaron uvas del Valle de Uco y a partir del 2015, es 100% Gualtallary.

¿Cuáles son las características de Gualtallary?

Por un lado, es la región más fría de Mendoza, con unas 2500 hectáreas plantadas, es importante por volumen y por la cantidad de bodegas que hacen vino con uva de la zona, que a su vez tiene diferentes alturas (de 1100 a 1600 metros). Encontramos según la clasificación de Winkler, climas que van de intermedio a fríos, lo que nos da un gran abanico de estilos de vinos. Por otra parte, hay suelos con distinta presencia de carbonato de calcio, que son más o menos pedregosos, algunos muy profundos; que dan perfiles de vinos distintos. En este sentido se ha dividido en cinco micro zonas con características similares entre suelo y clima. Son:  Gualtallary Río, Gualtallary La Vencedora, Gualtallary Albo, Gualtallary Monasterio y Gualtallary Las Tunas.

Mapa de Guatallary, de puño y letra de Martín. Incluye las 5 sub regiones y la ubicación de la finca Alluvia en G. Albo (tal vez la zona con mayor carbonato de calcio).
Contanos sobre Finca Alluvia

Está en Gualtallary Albo, fue plantado en el año 2007 con 135 hectáreas y tiene diferentes realidades, con sectores profundos para plantar uvas blancas, y otros más pedregosos con diferentes niveles de calcáreo que los dividimos para cada vino. Puntualmente Selección de Bodega – Malbec 2016, nace en sectores muy pedregosos y calcáreos, con una estructura tánica importante que requiere más guarda para que la potencia del lugar se vaya transformando en elegancia.

Hablemos del Carbonato de Calcio

El carbonato de calcio como tal, no pasa al vino de forma directa, pero sí afecta a toda la fisiología de la planta a lo largo del ciclo vegetativo. Este compuesto actúa como una trampa de nutrientes en el suelo y de alguna manera hace que los nutrientes que la planta necesita para vivir, estén menos disponibles. Por esto es una planta menos vigorosa y un poco más sufrida que presenta una fruta de una madurez distinta y muy concentrada.

¿Cuánto tienen que ver las notas minerales con el carbonato de calcio?

Así como Lucy fue el eslabón que nos “conectó” con el humano, nosotros todavía no encontramos la Lucy de por qué el carbonato de calcio da esa nota que llamamos “mineralidad”. Desde hace ocho años venimos elaborando vinos experimentales de distintos suelos y vemos este compuesto ternario da vinos con texturas distintas.

¿Cuándo se comienza a focalizar en el carbonato de calcio? 

La nuestra es una historia más bien reciente, diferente a Francia, que por su tradición enológica viene analizando este compuesto desde hace varios años. En el caso nuestro y en el de esta finca en particular (Alluvia), cuando hicimos el estudio en el 2007 y vimos que en algunos lugares del suelo había más carbonato de calcio decidimos plantar Cabernet Franc, pero básicamente porque sabíamos que en Francia el Cabernet Franc se daba muy bien en suelos calcáreos.

Luego en el año 2013 hicimos otro estudio de suelos, que incluyó unas 160 calicatas transformándose así en la primera finca que estudiamos antes de plantarla y una de las primeras de Mendoza. Luego con el paso del tiempo y con más tecnología (imágenes satelitales) observamos manchas con diferentes tonos que no habíamos estudiado y volvimos a hacer más de 200 calicatas para estudiar nuevamente toda la finca, y desde ese momento fue que empezando a elaborar vinos de parcela uniformes con características comunes.

¿El consumidor valora la mineralidad?

Para el consumidor promedio que prueba un vino de gama media o alta, tal vez lo mejor es ofrecerle una etiqueta de Luján de Cuyo que ha estado en una barrica relativamente nueva, y en la que se puede percibir cierto dulzor. A medida que la gente quiere tener otra experiencia, son estos vinos de altura y con estos perfiles de suelos los que empiezan a dar algo más. Por un lado, ofrecen una familia de aromas donde está muy presente la mora amalgamada con notas especiadas como de pimienta blanca, (muy sutil) y también notas herbales de tomillo, jarilla, orégano, anís o notas más complejas combinadas con una textura que presenta cierto grado de granulometría. Si a todo esto le sumamos un nivel de frescura y acidez en boca más alto, nos da como resultado una experiencia más completa y más compleja.

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