Leandro Ruiz, winemaker de Finca la Baguala, en Barreal, fue otro de los tantos anfitriones que le abrió las puertas de su proyecto a caminosdelvino. Acá nos encontramos con la simpleza en su estado más puro: una enología artesanal, un proyecto con un futuro fantástico y uno de los mabec (sin madera) más ricos que probamos en todo el valle.
Por Jorge Cabrera
“Finca La Baguala comienza a implantar viñedos propios en 2012, pero en 2008 vinificamos por primera vez. Lo interesante de nuestra finca es su pendiente. Estamos ubicados en plena precordillera y toda la plantación está regada con agua del río Los Patos”.
Y justamente, por esta pendiente, parte del viñedo se encuentra bien pegado a la montaña y otra, a la bodega. En total, son 3 hectáreas de viñedo conformadas por: 4 clones de malbec, algo de cabernet sauvignon, criolla y sauvignon blanc.
“Los perfiles de suelo también son distintos en las distintas partes de la finca. Arriba hay menos suelo, más liviano, y recién lo estamos haciendo. En tanto, abajo tenemos un perfil más ancho por el depósito de todo lo que trae el agua. Las plantas son más vigorosas y los vinos son diferentes”, cuenta Leandro mientras degustamos los vinos de la casa y continúa, “naturalmente, las plantas tienen más comida abajo que arriba. En la uva se nota un racimo más chico, una planta menos vigorosa y en el vino se nota más concentración, cuerpo, una nariz más expresiva y larga”.
Antes de dar el detalle de cada uno de los vinos que allí elabora, Ruiz cuenta cómo fueron los comienzos de La Baguala y se refiere a Barreal, a la zona que eligió para hacer sus vinos.
“Arrancamos con pocos recursos. Usamos muchos materiales de la zona, como alambre reciclado. Las plantas las trajimos de Mendoza y siempre vimos que este pueblo es un espectáculo. Uno no llega a Barreal y se encuentra con bodegas y viñedos. Se encuentra con un pueblo; que tiene interacción entre sus habitantes, que tiene perfil turístico y que, a partir de allí, uno encuentra el vino y sus bodegas.”
Ahora sí, los vinos
En Finca La Baguala se elaboran cerca de 12 mil botellas al año: 8.000 corresponden a los tintos, y 4.000 a los blancos.


La bodega valletana también cuenta con la línea de Petnat con uvas de Hilario (criollas, malvasía criolla y torrontés sanjuanina). Elaboran entre 1.000 y 1.500 botellas. “Se trata de un blanco fermentado, al que se le hace una maceración con pieles y antes de que termine la fermentación, lo enfriamos y ralentizamos la fermentación, para hacer un lavado de esas lías. Recién ahí, embotellamos”, expresa.
Esta línea es la que lleva el nombre de la bodega, La Baguala, y Ruiz comenta que en lugares como Buenos Aires tiene una entrada muy exitosa porque gusta mucho. Por último, la oferta se completa con un Vino Naranjo de Ánfora del que elaboran 500 botellas.