Darío González Maldonado es Ingeniero Agrónomo y hace casi 25 años que está vinculado al vino de Chubut. Como peregrinando en búsqueda de cada lugar donde se pueda desarrollar un viñedo, ha recorrido cada rincón de la provincia desde el Atlántico hasta la Cordillera.
Él sabe, que detrás de cada hilera de viña se construye una historia, hay posibilidades de generar trabajo y lo que es más importante inculcar la \”cultura del vino\”. Sus inicios en el Hoyo, con fríos extremos, hicieron escuela para entender que detrás de ese clima aparentemente inhóspito, se podía desarrollar fruta de excelente calidad.

Sus orígenes en la vitivinicultura se remontan al año 1998 y para ese momento se consideraba “una locura” desarrollar la actividad en lo que es por ejemplo en la localidad del Hoyo, donde hoy está al frente de Bodega Ayestarán – Allard elaborando blancos, tintos y bases para espumantes. La bodega presenta dos líneas de vinos que salen al mercado con las marcas: Expreso Patagónico y Oriundo.
“Cuando yo vine a Chubut mis profesores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo me cuestionaban que venía a realizar un proyecto que era imposible de llevar a cabo por factores como las heladas, los vientos, la latitud, etc.” aseguró Dario.
Todos los medidores de aptitudes vitícolas me daban que no se podía desarrollar la actividad, y a pesar de todo, hoy hemos podido superar las 200 hectáreas con viñedos esparcidos por toda la provincia de Chubut. A pasos cortos pero firmes se ha consolidado esta actividad que, a diferencia de otro tipo de actividades que se desarrollan en la provincia, nosotros podemos decir que la viticultura genera contratación de mano de obra auténtica, no contamina el medioambiente y no padece enfermedades ni plagas como otros cultivos.
Las condiciones agroclimáticas y el suelo en Chubut hacen que se desarrollen granos chicos con hollejos muy gruesos y a medida que el hollejo aumenta obtenemos una mejor calidad de uva lo que hace que además de obtener vinos de mejor calidad sean más resistentes a las plagas y enfermedades.
Regiones de la vitivinicultura en Chubut
La actividad vitivinícola dentro de la provincia se divide en tres macrorregiones, la Región Andina, la Región Costera y la Región de la Meseta Central que es la más grande. Cada una presenta sus cualidades a nivel organoléptico, alcohol, ph, acidez, etc, generando que nosotros tengamos productos con una identidad única en cada zona.
Hay que destacar que en la Región Andina es muy importante la orientación de los faldeos, ya que dependiendo de la parcela que tenga cada uno de los potenciales productores son las variedades que se van a implantar.
La filosofía del enólogo en la bodega
La filosofía depende de los anhelos que tenga el dueño de cada bodega y a partir de esto se elabora una identidad que la diferencia del resto. Este es uno de nuestros objetivos, lograr esa diversidad y un complemento en este abanico de estilos que ofrece Argentina.
“Chubut se presenta como una nueva opción para ampliar el abanico de zonas y estilos de vinos para el consumidor” destacó Darío.
El futuro
Si el estado provincial y los municipios apoyaran un poco más la actividad podríamos tener una ampliación en cuanto a las hectáreas cultivadas, lo cual se va a lograr solamente si se promociona la actividad desde ese sector.
“Nosotros sentamos las bases y demostramos que es viable la vitivinicultura en la provincia, ahora falta el otro empujón que es trabajar con el Estado. Un Estado ausente no es bueno, hay que promocionar desde la base, no hace falta inventar nada, ya todo está inventado, tienen que copiar lo que hicieron los exitosos y replicarlo en la zona y así lograr una buena vitivinicultura” recalcó Darío.
Agradecimiento: Grup Altasur – Arpex – Velo Argentina