Desde hace 25 años, la bodega mendocina fundada por Alberto Antonini y Antonio Morescalchi se ha dedicado en contracorriente a buscar y desarrollar el carácter más profundo, original y auténtico del vino argentino. Pioneros a final de los años 90 en exportar un vino Malbec varietal puro, cuando todavía esta categoría no existía en las góndolas de las vinotecas del mundo, en 2003 comenzaron a trabajar también con el varietal Bonarda, la cenicienta de las variedades argentinas, llevándola a ser un pequeño vino “de culto” tanto en Argentina como en el mundo.
El trabajo de la bodega conlleva un proceso de estudio y de creación, de arqueología del vino y de investigación avanzada al mismo tiempo. Siguiendo la misma línea de desarrollo, la bodega decidió apostar por primera vez en 2020 a producir un vino blanco. Un vino blanco de Mendoza tiene que representar las características del suelo y del clima de la región, poner en valor las tradiciones y mantener las pautas por las cuales un consumidor toma un vino blanco. Para el equipo de Altos Las Hormigas, la experiencia de tomar el vino tiene que ser ante todo auténtica y revelar la unicidad del lugar. Asimismo el vino debe funcionar bien con los platos livianos que normalmente se asocian a una copa de blanco, debe otorgar la experiencia de frescura que el tomador busca en un sorbo de vino blanco y revelar un sabor que de inmediato diga “Mendoza\”. Para llegar a este vino la bodega eligió las uvas Semillón y Chenin, las cuales, como siempre en la historia de la bodega, no son las variedades más conocidas por los consumidores, y por ende necesitan de cierta explicación; pero sí son las variedades que mantienen una buena acidez natural en el clima mendocino y también son las variedades que los viñateros preferían plantar en los tiempos cuando los vinos no se vendían por tipo de uva.
Este corte de Chenin Blanc y Semillón se revela sabroso y texturado. El proceso de vinificación, con parte de escobajo y contacto con pieles, apuntó a las técnicas desarrolladas por zonas y países con características climáticas similares, en donde se ha llegado a desarrollar vinos blancos que recuperan viejas tradiciones y al mismo tiempo expresan vinos limpios y netos, que el cuidado de hoy en la elaboración permiten alcanzar. La fermentación se hizo con levaduras indígenas en piletas de concreto. La maduración se realizó en cubas de cemento por 6 meses, sin paso por roble. Como todos los vinos de Altos Las Hormigas, es seco, con rastros de azúcar residual.
Se elaboraron solamente 4.500 botellas de este vino blanco. En Argentina podrá conseguirse en vinotecas y tiendas especializadas y online.
Descargá la ficha técnica: TS_ALH Blanco_2020_ESP
Sobre Altos Las Hormigas:
Altos Las Hormigas es una bodega ubicada en Luján de Cuyo, Mendoza, reconocida por ser especialistas en Malbec desde 1995. Dueños de una filosofía innovadora, su visión es producir vinos personales, que sean reflejo de una creencia inamovible: los vinos elaborados en base a la selección de terroir son el futuro de la vitivinicultura.