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Edy Del Pópolo, el viticultor expresivo

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Edy Del Pópolo es sin dudas uno de los referentes del vino argentino. No solo a desarrollado la viticultura en varias zonas de nuestro país y del mundo durante casi 30 años, sino que desde el pasado mes de marzo, con PerSe Wines, proyecto que comparte con su amigo David Bonomi, llegó a la perfección, primero con puntaje ideal otorgado por The Wine Advocate al PerSe La Craie 2018, y unas semanas después el prestigioso crítico inglés Tim Atkin calificó con otros 100 puntos el Uni Del Bonnesant 2019, una de las cosechas más prometedoras según Edy recuerde.

Hace casi 9 años que nuestro «viticultor expresivo» se sumó al equipo de trabajo de Susana Balbo, como gerente general de la bodega, donde también es responsable de la línea de vinos de BenMarco a la que define como: “vinos de viticultor, con un mensaje concreto y claro de la expresión de lugar.”

En esta nota nos cuenta cómo ve el futuro de las IG, la importancia de los pequeños emprendedores y nos da detalles sobre sus vinos de viticultor que elabora en Susana Balbo Wines.

Por Jorge Cabrera 

¿Qué es lo que más te apasiona del mundo del vino?

Me gusta mucho descubrir cosas nuevas. Salí de la facultad y ya me enganché en el campo, primero por las características que tiene el trabajo rural en sí, y fuera de la viticultura por esas cuestiones ligadas más al trabajo humano que me parecen algo apasionantes.

Soy fanático por descubrir lugares, climas, gente; y en este conjunto, en esa realidad enmarcada por esos tres elementos, intento interpretarlos para expresarlos en un vino.

Últimamente me ha pasado de encontrarme con lugares que me han dicho algo, me han hecho pensar que pueden surgir cosas diferentes, distintas a lo que uno está acostumbrado, a lo que ha venido haciendo, y eso es realmente un elemento motivador. Afirma Edy Del Pópolo.

Tenemos que promover los pequeños viticultores

Cuando yo comencé a trabajar hace casi tres décadas, eran poco visibles los pequeños emprendimientos, a medida que pasaron los años, la vitivinicultura en Argentina fue creciendo, se fue especializando, se sucedieron en el tiempo generaciones con mentalidades diferentes. Fuimos madurando la actividad y eso hizo que al mismo tiempo aparecieran un nivel de emprendimientos que no había en la época que me tocó iniciarme. Hoy encontramos gente con muchas ganas, con mucho cariño y pasión por lo que hace y con intenciones de hacer su proyecto propio, su vino con nombre y apellido. Y esto lo notas recorriendo las más diversas regiones vitivinícolas nuestro país.

Edy Del Pópolo

Se está dando un fenómeno, que yo por lo menos no había visto antes, proyectos de una escala baja, de no más de 50 mil botellas en Valle de Uco, que están teniendo un espacio comercial.

Existe interés del mercado por los pequeños productores, y al sentirme parte de ellos, es que creo que tenemos que apoyar estos micro emprendimientos para lograr una vitivinicultura diversa, atomizada, con actores de distintas características. Por un lado, con grandes bodegas productoras a nivel comercial y por otro, con pequeños productores que tengan también un lugar y un espacio en el mercado. 

Una IG sin tener visión en el largo plazo, no tiene validez

Sin dudas que las IG y lo que viene después de las IG, tiene tremendo valor, pero hay que pensarlo a futuro. Creo que constituir una IG sin tener visión en el largo plazo, no tiene validez. Hay que pensar en desarrollar algo con potencial, destacando un lugar en forma comparativa con otro y diferenciarlo. Poniéndo el énfasis en las características fundamentales de esa zona. Esa es la  forma que tiene la viticultura de generar un sentido de trascendencia, que de otra manera, sin darle esta puesta en valor a través de una IG, no existirían.

Y acá volvemos a la importancia de las bodegas más chicas y de los pequeños productores, ya que aportan mucho, porque son parte de una paleta de colores muy importante, que favorecen y se ven favorecidos por esta diferenciación.

Viñedos de donde provine BenMarco Expresivo
Vinos del viticultor, con la impronta de mayor a menor

De las distintas líneas que elaboramos, a mí me tocó la que reconocemos y valoramos como «los vinos del viticultor». Siendo parte de una bodega con una fuerte connotación de su dueña (enóloga), como Susana Balbo, con una importante experiencia, no solamente a la hora de hacer vino, sino también de conocer lo que el mundo demanda. En ese contexto los vinos del viticultor, que forman la línea de BenMarco, estaban hechos con uva de distintos lugares y de variedades bastante disímiles. Y me pareció que lo bueno para ese momento, estoy hablando de año 2013, era ponerle la impronta de mayor a menor, esto es: primero de una región, luego de un lugar determinado de esa región, y también de un viñedo específico.

Por ejemplo, en el caso concreto del Malbec que venía de distintas zonas, y que era un corte multi regional, pasó a enfocarse en lugares específicos, y hoy BenMarco Malbec es 100% Chacayes, una zona que siempre me gustó y que la conozco desde hace muchos años. Así como también el resto de los componentes de las distintas líneas de BenMarco, como Sin Límites o BenMarco Expresivo vienen de una zona y aún más cuando vamos subiendo verticalmente y atravesamos los distintos vinos de la línea siempre nos encontramos con vinos que vienen de sitios muy específicos, de fincas específicas. En el caso puntual de la línea Sin Límites destacamos lugares como el Valle del Pedernal, Gualtallary, y Los Chacayes.

BenMarco Expresivo

La historia de este vino nace a principio de año 2000, como un blend elaborado por cuatro o cinco variedades de regiones muy distintas, hasta la cosecha 2013 donde lo empezamos a elaborar solamente con uvas de Gualtallary.

Perfil del suelo de Gualtallary – www.benmarco.com.ar

Este vino, proviene de un viñedo que está plantado en la zona de transición entre lo que hoy se conoce como Gualtallary Albo y Monasterio, estamos justamente ahí en ese límite que está entre los 1350 y los 1400 metros de altura. Es un blend de Malbec con Cabernet Franc, las dos variedades están plantadas sobre suelos aluvionales de una mezcla muy interesante de arenas, algo de limo y piedras calcáreas, que conforman un perfil medio corto de suelo, donde crecen tanto el Malbec como el Cabernet Franc con bajos rendimientos. Son plantas de vigor medio, de una parcela particular donde nosotros determinamos que reunen las condiciones y las características como para ser parte de este blend.

El corte en función de la cosecha se elabora con un promedio de 80% Malbec y 20% Cabernet Franc. Con una viticultura muy sencilla, de poca intervención. En la vinificación normalmente recibimos la uva, la despalillamos y la fermentamos en tinas de roble de 6500 litros, alguna vez en concreto, donde con una vinificación clásica, con muy poco trabajo, solamente de pisones, logramos hacer un vino que combina y que enlaza muy bien esas dos variedades, destacando sus notas minerales, taninos firmes de grano fino y proyectando una gran longevidad.

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