Primero el mapa, después el vino: la vendimia según Matías Casagrande y Paula González

Una mirada compartida sobre el viñedo como origen: técnica, intuición y trabajo en equipo en la cosecha 2025

En la bodega Antigal, la cosecha 2025 marcó el inicio de una nueva etapa. Con un equipo técnico renovado, integrado por la enóloga Pupi González y el ingeniero agrónomo Matías Casagrande, la vendimia fue mucho más que una instancia productiva: se vivió como un ejercicio de lectura del viñedo, una búsqueda de precisión y autenticidad que comienza mucho antes de que llegue la uva a la bodega.

“Siempre empiezo con un mapeo estadístico del viñedo. Me interesa ver cómo viene el vigor en cada cuartel. Es como hacer una radiografía del lugar antes de tomar decisiones”, explica Matías Casagrande. Esa primera lectura, meticulosa y estratégica, no es sólo una cuestión técnica. “A veces, cuando encontramos sectores con características distintas, decidimos vinificarlos por separado. Y ahí aparecen vinos que antes quedaban escondidos en el lote general”, cuenta.

El proceso incluye estaciones de muestreo (“los claros”), donde se mide peso de poda, cantidad de yemas, largo de brote. En primavera, se evalúa cuántos brotes llegaron al alambre superior, lo que permite ajustar el número de yemas por hectárea según el objetivo. “Todo parte de conocer bien el viñedo. Y muchas veces, en esos detalles, está la clave de un vino especial”, afirma.

Matías Casagrande, Paula González y Federico Calderón

Para Pupi González, que vivió su primera vendimia en Antigal, ese enfoque fue clave para su adaptación. “Fue todo un desafío: un equipo nuevo, viñedos nuevos, zonas que no conocía, que terminó siendo una experiencia muy positiva, sobre todo por la forma de trabajo que compartimos con Mati. Recorrer, observar, entender el viñedo… desde ahí empieza todo. Para nosotros, el vino arranca caminando la finca.”

La conexión entre ambos profesionales no se limita a lo técnico: comparten una visión en la que la interpretación del viñedo es el primer paso hacia la identidad del vino. “Estoy muy contenta con los perfiles que estamos obteniendo”, dice Pupi. “Todavía es pronto para hablar de vinos terminados, pero ya se ve una pureza de fruta, frescura y textura que entusiasma. Es un trabajo minucioso, pero muy genuino.”

La cosecha 2025 no fue solo una vendimia: fue el inicio de una forma de hacer vino que parte del detalle, la observación y el diálogo constante entre campo y bodega. Entre mapa y copa.

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