Hace varios años probamos el primer vino sin madera de alta gama, esto en sí no significaría nada si no se lo pone en contexto donde hace casi 10 años atrás la calidad del vino se asociaba por su permanencia en barrica. Estamos hablando de Opalo, un malbec con una etiqueta también vanguardista cuyo diseño era simplemente una hoja de dicha cepa. Estas ideas ya eran desarrolladas en aquel momento por Mauricio Lorca, enólogo de Foster – Lorca.
Conversamos con Él sobre lo nuevo que se viene y donde también continúa innovando, en este caso con tres vinos (uno ya en el mercado) de características simples para consumidores que no se quieren complicar al momento de disfrutar en vino.
Los tres vinos
\”Quisiera destacar la recuperación de variedades autóctonas de más de 400 años en la Argentina como el Pedro Jiménez, el Moscatel Rosado y la Criolla chica de gran calidad. Las uvas provienen de El Mirador, en Rivadavia, y el objetivo es captar la atención del nuevo consumidor que busca fruta, frescura, acidez natural y azúcar residual. Son vinos que se pueden consumir fríos, en tragos y cócteles y tienen un montón de aplicaciones para quienes prefieren vinos fáciles para compartir en una reunión con amigos como una bebida más. A veces transformamos el vino en algo tan exclusivo que alejamos al consumidor\”.
El consumidor en busca del estilo
\”Sí, justamente he notado que hay un muchas personas que quieren tomar vino pero no encuentran el estilo. Me parece que estos tres varietales dan una nota especial. Yo les puse Lorca Fantasía El Mirador, en referencia básicamente a la región de donde provienen las uvas. Son vinos de 7 u 8 grados de alcohol, con lo cual se pueden beber con cierta tranquilidad y sin necesidad, como hacen muchos, de diluir el alcohol\”.
El concepto
\”Es poner en valor a nuestros varietales y es también un cambio de paradigma. Si bien tenemos nuestros vinos clásicos, apostamos por un nuevo segmento que va a los bares cerveceros y que busca un nuevo vino. Queremos ser atractivos para el consumo y no quedar sólo ligados a vinos súper exclusivos, de alta concentración, criados en madera y con cinco años de envejecimiento en botella, estos son vinos de ocasión y no para todos los días. La idea de esta línea es encontrar un nuevo nicho de mercado que está ávido de estos productos y hacia ahí nos estamos direccionando. Son distintos momentos de consumo. Estos vinos son para quienes esperan un producto que simplemente los haga disfrutar sin hacerlos pensar demasiado. Dentro del proyecto elaboramos un espumoso con tapa corona que ahora irá con el moscatel rosado y en la medida que se desarrolle el mercado ofreceremos nuevas versiones.