En 1996 Jean-Pierre Doutre, hijo de generaciones de viñateros del sur de Francia, se embarca en un sueño decidido a llevar su conocimiento y pasión por la viticultura a Tupungato.
Le atrajo una pequeña región conocida como Gualtallary, que se lucía no solo por su mítico suelo sino también por esas predominantes pendientes que se nutren de los Andes y albergan ese sol mendocino de punta a punta.

A base de una precisa selección de clones, el viñedo se hizo referente de la región. Supo esparcirse y extenderse alrededor de una singular unidad productiva, siempre manteniendo esa atención al más pequeño detalle para así encadenar cosechas superlativas año tras año sin sacrificar su calidad ni estética.
El impulso en innovar consagra al viñedo como pionero en producción vitivinícola consiguiendo ser elegido y elogiado por las más prestigiosas bodegas del país.
Luego de algunos años, la familia Doutre decide elaborar sus propios vinos, traduciendo esa identidad del viñedo a sus botellas. Elige dos de las cepas más bendecidas de la zona, el Malbec y el Cabernet Franc. La primera, asentada dentro de la historia de Mendoza, y la última, emergiendo en el distinguido y galardonado Gualtallary. Así, abren un nuevo capítulo con una pequeña elaboración en un gran Domaine.
\”Arrancamos este proyecto porque queríamos darle un regalo al viñedo que venimos construyendo hace 20 años y sentíamos que había un gran potencial para hacer algo con la uva. Vamos aprendiendo mucho, pero a la vez estamos muy entusiasmados, nos cuenta Hugo Doutre, quien está a cargo del proyecto familiar.
“Mi padre puso el alma para este proyecto. Cuando comenzó con el viñedo ya tenía pensado hacer este proyecto”
Además de estos dos varietales, encontramos en nuestros viñedos el Chardonnay, un clon que a nosotros nos parece perfecto para Gualtallary y que nos entusiasma mucho para sumarlo y también la idea es poder hacer un rosado en unos años.
Si bien la propiedad cuenta con 240 ha implantadas de distintos varietales, actualmente el proyecto tiene 3.000 botellas, y sí a futuro quieren tener su propia bodega (ya está la ubicación definida) y desarrollar el enoturismo.