Allá por el año 2009 se inauguraba Bodega Des de La Torre, un proyecto que a Luis de la Torre le venía retumbando en su pecho solamente por pensar que ya la tradición del vino estaba instalada en la familia hacía unos 30 años. Seguramente aquel momento debe haber sido todo un \”hito\” ya que en Chos Malal se generara un emprendimiento enológico. Y en esos casos nadie quiere faltar a la fiesta, la familia, los amigos, los vecinos y hasta algún político de turno con alguna promesa… como se estila en estos casos.
Por Jorge Cabrera
Hoy en cambio la cosa es bastante distinta y el desafío pasa por esfuerzos propios, mucha voluntad como en toda empresa de familia, y una gran tenacidad por continuar adelante. Para ponerlo en contexto estamos hablando de un micro proyecto cercano a las 20.000 botellas y que sigue comandando Papá Luis, junto a sus hijos Ibrahim el enólogo de la familia, Nicolás que es sommelier, junto al asesoramiento de Matías Ruiz. Pero sin dudas que el gran desafío de la bodega lo lleva el DT Luis, al tener que \”gerenciar la armonía\” del equipo, más aún cuando sabe que los jugadores son una especie de socios que salen a la cancha poniéndole el corazón.
Nico contanos como es el proyecto
\”Tenemos 11 hectáreas plantadas de Pinot Noir, Malbec, Cabernet Franc y Sauvignon, Riesling, Tannat y Merlot. En cuanto a las líneas de vinos tenemos en la base de la pirámide la línea Identidad, con un blend de Malbec y Bonarda, acompañada por un Malbec 100%. Después tenemos Trashumante, que contiene un Reserva y un Pinot Noir. Más arriba viene la línea Cuarta Generación, que es un blend de Petit Verdot, Malbec y Cabernet Franc, y el Hito de la Ruta 40, que es un Malbec y sumamos y una edición especial de espumante de criolla en reconocimiento a mi mamá Graciela.
Proyectos actuales y por delante
\”Recientemente hemos lanzado dos líneas de espumantes: un Nature y otro dulce con 54 gramos de azúcar que llevan el nombre de Grace por mi mamá, que se llama Graciela como te contaba y elaborados con uvas Pinot Noir y criolla que son plantas de más de 100 años que están atrás de la casa de mi abuela en un parral que era de mi bisabuela. Es menos de media hectárea y le decimos criolla porque es de acá. Cada lugar tiene su criolla…
De espumante vamos a salir a la venta con 1.600 botellas y de vino elaboramos unas 18.000 aproximadamente.
Corazón del emprendimiento
\”En el l proyecto está a la cabeza mi papá, está mi hermano que es el enólogo y yo. La bodega está abierta al turismo, hacemos visitas guiadas con previo aviso y degustaciones con algo para comer\”.
Sobre los vinos de Chos Malal
\”Las características de los vinos de Chos Malal, en Neuquén, son únicas como los que distingue a cada región y son vinos hechos con amor. No tenemos problemas con las heladas, a veces sí con los vientos, que son muy fuertes. Tenemos una amplitud térmica excelente para producir vinos. En una parte tenemos suelo pedregoso y en la zona de los Maitenes es más bien calcáreo\”.
Le seguimos poniendo todo
\”El año pasado cuando las plantas empezaron su proceso de envero, nos quedamos sin agua del río y no se pudo regar de ninguna manera así que perdimos muchas de ellas.
Actualmente estamos trabajando en un terreno de 10 hectáreas con un 80% de plantas nuevas y plantadas. Si estás pensando viajar al sur, y querés disfrutar en primera persona como se trabaja en una bodega, no podés dejar de pasar a visitar a los amigos del Norte neuquino, en Chos Malal.