Es parte de los proyectos del Valle de Calingasta y pertenece a la familia Bellone. Su primera marca, lo que viene y la descripción del lugar, en esta charla con Caminos del Vino.
En Villa Corral, en Calingasta (San Juan) y a 1.490 metros de altura asoma Bodega Del Carmen, uno de los tantos proyectos del valle que sorprenden por su historia, la pasión de su gente y, por supuesto, por sus vinos.
Por Jorge Cabrera
“Pato” Bellone, integrante de la familia propietaria, conversa con Caminos del Vino y describe el emprendimiento.
“Tenemos una viña de 15 hectáreas productivas: 10, de malbec de 10 años de antigüedad y, en partes iguales, en el resto hay cabernet franc y ancelotta. Nuestra idea inicial era producir uva para vender; no teníamos la idea de elaborar o vinificar”, cuenta.
Así comienzan en 2009. Sin embargo, pasaron algunos años hasta que se dieron las primeras uvas, los primeros racimos y junto a Simón Tornello (winemaker) deciden lanzarse a la aventura de hacer un vino artesanal para saber cómo salía.
“En 2016 decidimos armar esta bodega. Primero hicimos la línea de tanques, acondicionamos el galpón y, en 2017, salimos con nuestra primera marca propia que es Alma de Rey”, agrega Bellone.
Alma de Rey es una línea conformada por un torrontés, un blend, un malbec y el Malbec Gran Reserva 2019, que está cortado con vino joven y reposa 14 meses en barrica de primer uso.
En este punto, la bodega se frena y da un giro importante. “Veníamos elaborando una línea políticamente correcta; vinos bien logrados pero con la ausencia de una impronta de lo que se estaba viviendo acá cuando tomabas una copa. Uno no pensaba que era un vino de este valle cuando estaba en cualquier otro lugar. Entonces, si bien esta primera marca va a seguir, la idea es lanzar una línea más arriba: algo con más complejidad y que le dé la impronta del valle. Queremos ir hacia ese lado”, asegura Pato quien es oriundo de Ciudad de Buenos Aires, pero guarda a Calingasta también como su hogar.
Con este cambio, aparecen en Del Carmen aires renovados: Federico Isgró es el nuevo enólogo y junto a Leo Ruiz (ingeniero agrónomo) ambos logran una sinergia interesante, un buen trabajo en conjunto. “Se trabaja en la poda, en las plantas y en la cosecha para poder lograr algo distinto”, aclara.
Y en el camino de lograr una nueva línea, en Del Carmen están invirtiendo en infraestructura, que tiene que ver con una vuelta a lo tradicional: dejar el acero inoxidable y volver a la cerámica, al concreto. “Volvemos a lo que se usaba en la antigüedad; ánforas y vasijas ovoides”, cuenta.
La bodega familiar en el lugar de vacaciones
Para los Bellone y, para “Pato” especialmente, Villa Corral siempre significó su lugar de vacaciones. Hoy es el lugar donde se desarrolla un proyecto familiar, la Bodega Del Carmen.
“Vivo en Buenos Aires, tengo 31 años y soy ingeniero industrial y magister en Finanzas. Actualmente soy director financiero para un grupo de empresas y también estoy dedicado a la bodega”, relata y continúa: “Calingasta era nuestro recreo, nuestras vacaciones. Tengo mil recuerdos y nunca imaginé que iba a terminar haciendo vinos”.
Cuando le preguntan el estilo de vinos del Valle de Calingasta, sin dudas, resume: “Creo que salen del típico vino que uno puede encontrar en Mendoza. Son vinos que tienen fruta, aroma, nariz, color”.
Antes de finalizar la charla, Bellone sentencia: “Hay algo muy groso en este valle. No por nada los grandes enólogos de Mendoza y otras zonas están mirando siempre para este lado, para establecerse acá o tener algún proyecto. Calingasta tiene su impronta”.
Agradecimiento: Grupo Alta Sur y Posada El Mercedario