Corral de Palos, el proyecto que lidera Gustavo Agostini, presentó sus nuevos varietales

El proyecto nació hace un año como “Corral de Palos”, en un viñedo de 60 hectáreas en una zona muy interesante en San Luis como es Beazley, que cuenta además con 15 hectáreas en Gral. Alvear.

Estamos muy contentos porque ha sido algo muy rápido y prolijo. Ya tenemos nuestra línea insigne que es la Corral de Palos, con un Viogner, un Cabernet Franc y un Malbec. Algo interesante es que también tenemos definida una línea joven que es “Despeinado”, y que será lanzada el 21 de setiembre, el Día de la Primavera. También estamos desarrollando una línea Reserva que saldrá en noviembre. Todo esto unido al proyecto que tenemos con Mariela con nuestra línea de espumantes. Es decir que cuando nos pidan vinos hablamos de Corral de Palos y cuando sea de espumantes hacemos referencia a \”A la Par\”. Gustavo Agostini

Gustavo Agostini, nos cuenta sobre lo nuevo de Corral de Palos:

Actualmente Corral de Palos presenta tres etiquetas. Es la línea media de la bodega y está en un segmento entre los $400 y $450, con un Viogner (joven, frutado, sin madera), un emblemático de San Luis como es el Cabernet Franc (70% en tanque de acero inoxidable y 30% de paso por barricas) y el Malbec, que lo acompaña ahora.

Ser un Cabernet Franc de San Luis

Lo hemos probado junto a vinos Cabernet Franc de otras zonas, con colegas y amigos encontrando algo distinto que es la mineralidad que tiene Beazley, esa cremosidad y untuosidad que tiene la zona hacen que estos vinos sean muy amables y bebibles. En un año y medio ya están bien redondeados los tintos. El Viognier, por su parte, es una variedad que pocos tienen.

Es un varietal con presencia de pimiento morrón, pimienta negra bien marcada, frutos rojos y taninos muy redondos y dulces, dando esa sensación de sucroso. En el 2020, al haber tenido dos fechas de cosechas, sí vamos a buscar un perfil más hacia el eucalipto y la menta. Creo que estamos dentro de los descriptores aromáticos del Cabernet Franc y con algo distintivo, que es la mineralidad de la zona. Lo mineral nos va a identificar tanto en blancos como en tintos.

En relación al lugar:

Es el único viñedo que está en la zona porque alrededor todo es virgen. El suelo es franco arenoso, las raíces están a metros y eso nos ayuda bastante. No es un suelo pedregoso o característico de la zona de Mendoza. Creo que podemos hablar de suelos de algunas zonas de Maipú o San Martín. La cosecha es a su vez muy temprana, del 15 de enero a fines de febrero cosechamos todo.

Tiene potencial para ser de alta gama y hay dos barricas reservadas para un Cabernet Franc Reserva 2021. También hay 10 barricas de un Malbec Reserva para noviembre, y otras 20 para el 2021.

¿Qué te emociona de este nuevo proyecto?

Tengo la suerte de ser dueño de la bodega. Toda la vida fui enólogo y estoy muy agradecido de todas las empresas que me dieron la posibilidad de trabajar y crecer. Pero tener la posibilidad de definir lo que quiero junto a mi socio, es especial. “Corral de Palos” fue una idea de la familia y encontró el nombre, por ejemplo, “Despeinados” en una de las primeras visitas a la bodega con mi esposa vimos que los viñedos estaban despeinados por el viento (Chorrillero). Es la satisfacción de ser dueño y la posibilidad de que una provincia como San Luis te abra las puertas siendo mendocino. Es como cuando me tocó ir a India o a Neuquén. Lo que pretendo comunicar es que San Luis tiene buenos vinos, así como lograr en cuatro o cinco años una identidad con sus características. En un año hemos logrado un montón con nuestras marcas y líneas nuevas. Es un nuevo y lindo desafío.

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