Bodegas Bianchi y su nueva enología salen a la cancha

Bodegas Bianchi, ha tenido un interesante cambio ligado básicamente al equipo enológico liderado por Silvio Alberto. Al seleccionado lo completan Sergio Pomar, Pablo Minatelli y Gonzalo Serrano (foto). Esta nueva bocanda de aire fresco ya se comienza a ver en sus nuevos vinos y cortes. Un equipo que sabe juegar integrando la nueva impronta que ha tenido la familia en la búsqueda de nuevos terroirs y que Silvio nos cuenta en esta nota.
Por Jorge Cabrera

Sobre el Cabernet Sauvignon y el descubrimiento de la zona

“Hay varios factores que nos permiten llegar a esto. En primer lugar San Rafael siempre tuvo potencial. Paul Hobbs, cuando llegó acá, dijo que San Rafael era sinónimo de Cabernet Sauvignon. Muchos no hicieron caso a eso y durante un tiempo la zona no fue exponente de este varietal. La verdad es que en esta cosecha 2018 si hay algo que puedo afirmar es que San Rafael es Cabernet Sauvignon; hay lugares del departamento que pueden dar vinos muy francos, de mucha complejidad, estructura y volumen de boca que es difícil de encontrar en otras zonas. Lo mismo dice nuestra cosecha 2015, que está perfectamente amalgamado entre vino, madera, fruta y especie. Eso habla de que es una zona que tiene potencial para este varietal. Creo que lo que no se hizo anteriormente es haberlo comunicado ni haber hecho un manejo del viñedo para que resultara esto”.

La sutiliza del Cabernet Sauvignon

“Yo soy enemigo de la nota piracínica verde; cuando uno habla de piracina es una nota pimentosa que tienen los Cabernet y Merlot, pero todo depende del grado de madurez. A mí me gusta la nota más especiada hacia el pimiento rojo o pimentón. Este Cabernet tiene el toque dulce que viene de un manejo del viñedo muy especial. En mi caso siempre me gustó buscar esa sutileza y esa complejidad, pero uno no puede dejar de mencionar la piracina en el Cabernet porque es el patrón, más allá de que esté más o menos madura o de que el racimo haya sido más o menos expuesto”.

Viognier con estilo

“Yo la verdad es que no tengo muchos años de experiencia en Viognier; lo hice en Diamandes con barricas de roble francés nuevo. Cuando yo asesoré a esta bodega antes de que fuera de Bianchi, recuerdo que me encantaba esta variedad. Las cosas de la vida me permitieron estar acá y darme la posibilidad no de buscar el estilo pesado porque se vuelve más Chardonnay, por eso es que decidimos hacer dos cosechas y una elaboración en tanques de acero inoxidable sin roble. De manera que en el blend se pueda disfrutar la frescura, la acidez, las notas minerales, pero también eso de durazno y de damasco típico de la variedad. El gran desafío fue ese, y estamos muy contentos con este vino de uno o dos meses de embotellado que es increíble.

Capítulo Enzo

“De todos los vinos que hice en este año y medio que llevo en la bodega creo que fue el más difícil de realizar porque había que mantener el estilo y la impronta de la cosecha número 21 de Enzo, me refiero a la de 2015. Había que conservar ese camino y la verdad es que cuando lo hicimos y casi sin querer, pateamos el tablero ya que históricamente la columna vertebral era el Cabernet Sauvignon y hoy en día es 50% Cabernet y 50% Malbec”.

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