Se trata de dos varietales, Malbec y Cabernet Franc, que reflejan la esencia de su origen, Valle de Uco y de Luján de Cuyo. Fueron criados durante 12 meses en barricas de roble francés, y prometen sorprender el paladar de los grandes amantes del vino.
Por Jorge Cabrera
A poco días de cumplir su primer año en la casa, conversamos sobre este proyecto con su enólogo Gabriel Molina (foto).
La Renovación
“Tenemos dos vinos de la línea Gran Guarda: un Cabernet Franc 2015 y un Malbec 2016. Estos nuevos lanzamientos nacieron por la necesidad de realizar un re-styling completo del vino, lo que nos llevó a hacer un cambio de imagen buscando el significado del tiempo y rompiendo con los límites de lo posible. También hubo una renovación de las añadas y un cambio en los vinos con la calidad que cada uno de ellos amerita. Es una línea que combina frescura y complejidad, y por lo tanto hubo que hilar muy fino”.
Vinos generen sensaciones
“El 8 de enero cumplo un año y es hermoso el desafío que me queda por delante para seguir trabajando y sin dudas estos vinos ya tienen una impronta y un sellito que el enólogo marca siempre. En relación a la impronta creo que está dada por el año, intentando lograr que los vinos sean atractivos respetando mucho el varietal así como potenciar y llevar al máximo la calidad que nos da la añada con todas las herramientas que tenemos a disposición. También busco que los vinos sean atractivos y que generen sensaciones, tal cual dice un poco la etiqueta: vinos que enamoren, vinos que conquisten. Este relanzamiento me generó un gran placer y una emoción muy grande, mi idea es siempre poner el alma y el corazón a cada uno de los vinos que elaboro.\”
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