Con el compromiso de ofrecer al consumidor experiencias cada vez más versátiles, Bodega Familia Schroeder refuerza su presencia en Mendoza, una de las capitales mundiales del vino y puerta de entrada al consumo nacional e internacional.
La provincia cuyana es epicentro de turistas, referentes del sector e importadores, por lo que resulta esencial que los vinos de todas las regiones argentinas estén presentes en sus góndolas. En este contexto, los consumidores buscan diversidad: diferentes terroirs, estilos y propuestas que expresan la riqueza vitivinícola del país. Mostrar esta pluralidad no sólo genera orgullo, sino que también consolida la imagen de una Argentina unida en torno a la cultura del vino.
En este marco, agosto fue sinónimo de Pinot Noir para Familia Schroeder, que celebró su cepa insignia en Mendoza. Este varietal es impulsado por la bodega desde su terroir patagónico en San Patricio del Chañar, Neuquén, donde el clima frío, la altura y los suelos se combinan de manera perfecta para lograr la madurez que esta uva requiere. El resultado son vinos de gran estructura, frescura y una acidez natural que los distingue.
La bodega cuenta con 72 hectáreas plantadas de Pinot Noir, que representan el 32% de su viñedo y producen alrededor de 600.000 kg de uva al año, destinados a una elaboración anual de más de 600.000 botellas. Gracias a este expertise, Familia Schroeder es la única bodega argentina con más de nueve etiquetas de Pinot Noir en su portfolio.
La versatilidad de la variedad permite ofrecer propuestas para distintos momentos:
- Espumantes y Rosé, perfectos para la previa de una cena.
- Tintos, que maridan con carnes.
- Pinot Noir Tardío, que acompaña muy bien quesos semiduros y postres con notas cítricas.
Todos estos ejemplares son elaborados bajo un sistema de vinificación por gravedad, que respeta al máximo la integridad de la uva. El proceso comienza con la selección de racimos, continúa con el prensado neumático y la fermentación en tanques, para luego pasar a conservación y culminar en la sala de barricas.
Familia Schroeder acerca a Mendoza la elegancia y diversidad del Pinot Noir patagónico, reafirmando su compromiso con la innovación y con la difusión de la riqueza vitivinícola argentina.