El mundo del vino tiene sus propios puntos cardinales. Lugares donde la tierra habla en tonos distintos, donde la identidad nace del clima, del suelo y de la mano paciente del hombre. En esa cartografía global, el grupo creado por Alejandro P. Bulgheroni acaba de abrir un nuevo capítulo en la Argentina: la presentación oficial de su portafolio internacional, un mosaico de quince bodegas distribuidas en los grandes orígenes del vino.
Más que un lanzamiento, fue una declaración de principios: diversidad, autenticidad y calidad como pilares de una filosofía que atraviesa continentes y se enraíza en cada terroir.
Una visión que une naturaleza, cultura y legado
Bajo el nombre Alejandro Bulgheroni Family Vineyards (ABFV) conviven proyectos en cinco países, unidos por una misma convicción: respetar el origen y permitir que cada viñedo diga su verdad. Uruguay, Argentina, Estados Unidos, Italia, Francia y Australia forman parte de este mapa vitivinícola que combina tradición, innovación y una mirada profundamente ligada a la tierra.
“Lo que más disfruto es descubrir cómo cada terroir tiene su propia personalidad, y cómo el vino nos permite unir tradición, naturaleza y comunidad”, expresó recientemente Bulgheroni al recibir el Lifetime Achievement Award 2025 de Wine Enthusiast.
Y agregó algo que resume el espíritu del grupo:
“No se trata sólo de vender vino; se trata de cultivar un estilo de vida y un legado.”

Viña Artesano: cuando el vino vuelve a dialogar con la tierra
El encuentro tuvo su centro emocional en la presentación oficial de Viña Artesano, el nuevo proyecto mendocino que celebra la unión entre arte, ciencia y naturaleza. Su inspiración nace en algo tan simple como profundo: las flores que crecen entre las hileras de los viñedos, guardianas silenciosas de la biodiversidad.
Desde Paraje Altamira, Gualtallary y Alto Agrelo, tres de los terroirs más emblemáticos del país, Viña Artesano propone una lectura sensible de los micro-orígenes mendocinos. Su colección —Achillea, Nassella y Gazania— toma el nombre de flores reales que no sólo embellecen el paisaje: también mejoran la vida del suelo y aportan equilibrio natural.
Las etiquetas, ilustradas en acuarela, muestran estas flores desde tres perspectivas:
– la del suelo,
– la frontal,
– la mirada aérea.
Tres maneras de mirar un vino. Tres maneras de mirar un origen.

Novedades que amplían el mapa del vino en Argentina
El arribo de ABFV al mercado local viene acompañado de una selección que muestra la dimensión del proyecto:
• Otronia Patagonia Extrema suma dos nuevas etiquetas —Riesling y Lagunar Gewürztraminer— elaboradas en los viñedos más australes del continente.
• Desde Chianti Classico, Bolgheri y Montalcino, llegan los vinos de Dievole, Podere Brizio, Tenuta Le Colonne y Tenuta Meraviglia, expresión del alma toscana.
• Alkina, desde Barossa Valley (Australia), presenta tres vinos de micro-parcelas que exploran la geología de suelos milenarios: Grenache, Semillon y Syrah.
• Los aceites de oliva virgen extra de Colinas de Garzón, referentes del estilo mediterráneo en Uruguay, se suman al portfolio argentino.
• Y desde el país vecino, Bodega Garzón reafirma su identidad con Albariño y Tannat, junto a sus líneas Estate, Reserva, Single Vineyard y su vino ícono, Balasto 2020.
Un proyecto en expansión constante
De cara a 2026, ABFV continuará sumando etiquetas de sus propiedades en Francia y Estados Unidos, completando así su presencia integral en el país. Una expansión que no busca volumen, sino coherencia: la posibilidad de que cada vino cuente una parte del mundo a través de un origen único.



